¡Que bellos recuerdos tenemos de nuestra niñez! Cuando nos sentamos a pensar
en esa dulce infancia, una de las memorias que llegan a nuestra mente es de los
momentos que pasabamos corriendo en el parque con otros amiguitos y hasta
llegamos a exclamar: "Es el mejor día de mi vida".
Los niños merecen crear sus propias memorias en un agradable ambiente como ese
y desarrollar habilidades escenciales para su animador futuro.
Porque cuando jugamos al aire libre formamos nuestra personalidad, y eso mismo
hacen los niños hoy día. En un parque disfrutan de la compañia real
de los padres y de los amigos, aprenden a compartir y crean sociedad, entienden
la importancia de los valores y los aplican, y, por supuesto, fortalecen
destrezas físicas y motoras.
¡Y que mejor que ver como nos regalan una sincera sonrrisa de gratitud!